miércoles, 22 de febrero de 2012


Antimicrobianos 100% efectivos (Quinolonas)

Uno de los antimicrobianos mas importantes en el ámbito de la medicina son las quinolona, estos compuestos organofluorados   actúan de manera efectiva al momento de la aplicación ante alguna infección. En un principio estos eran utilizados únicamente en infecciones urinarias, pero algunos mostraron efectos adversos en los humanos y se confinaron solo el uso veterinario. Durante años las quinolonas fueron evolucionando, por decirse de alguna manera; fueron creándolas mediante síntesis y así fueron obtenidas y al final clasificadas por generaciones. En la actualidad estos antimicrobianos son utilizados cuando se presentan infeccione urinarias, respiratorias, entre otros.

martes, 21 de febrero de 2012

Definición, reseña histórica, clasificación, estructura y actividad antimicrobiana.


    Definición de las quinolonas.

Son antibióticos sintéticos que presentan un núcleo base asociado a otro aromático para formar biciclos. También son drogas ácidas que tienen capacidad de quelar ciertos iones como cobre, hierro, zinc, magnesio, calcio y aluminio, lo cual determina ciertas propiedades farmacocinéticas, farmacodinámicas y toxicológicas y son un grupo de antibióticos de amplio espectro. Estas no deben asociarse a antibióticos bacteriostáticos ya que actúan durante la fase de crecimiento bacteriano.

Son un grupo de moléculas químicamente muy heterogéneas, pero que se comportan como bioisósteros. El nombre genérico de quinolona se ha establecido y generalizado para favorecer su comparación, dado que todas tienen un mismo mecanismo de acción.
Las quinolonas actúan inhibiendo enzimas (topoisomerasas) indispensables en la síntesis del ADN. Tienen una actividad bactericida que depende de la concentración. Según el compuesto se emplean en infecciones del tracto urinario, enfermedades de transmisión sexual, osteomielitis crónica, infecciones del tracto respiratorio e infecciones sistémicas graves, entre otras.


    Reseña histórica de las quinolonas.

Las quinolonas integran una familia de antibióticos conocida desde la década del 60, a partir de la investigación de antimaláricos.

La primer quinolona usada en clínica fue el ácido nalidixico, introducido en 1962 por Lesher y Colaboradores, usada como anti infeccioso. Y para el año de 1964 el ácido nalidixico se usaba en el reino unido para el tratamiento de infecciones urinarias.

A partir del año 1965 con la introducción en la medicina asistencial del                            ácido nalidixico, patentado en 1962, se inicia la terapéutica con los agentes antibacterianos químicamente definidos como quinolonas.

Sin embargo, la importancia de este grupo radica en las modificaciones que a partir de finales de los años 1970 se introdujeron en el núcleo de la molécula de la 4-quinolona y que han originado un gran número de agentes antibacterianos y se han sintetizado y evaluado miles de moléculas con estructuras de estas. Junto con el ácido pipemídico, obtenido en 1973, la cinoxacina y el ácido oxolinico integran la primera generación de quinolonas. Fue al final de la década de los años setenta y el inicio de los años ochenta en que aparecen quinolonas con mejor absorción oral y mejor cobertura como: enoxacina (1979), pefloxacina (1979), ofloxacina (1981) y ciprofloxacina (1981).

Las quinolonas de segunda generación son derivados fluorados o fluoroquinolonas (FQ). La primer FQ en aparecer fue norfloxacina (1978), lo que significó un importante adelanto por su mayor potencia y espectro antibacteriano que se fue ampliando posteriormente. Con el tiempo surgieron: ciprofloxacina (1987), orfloxacina (1991), enoxacina, lomefloxacina y temafloxacina (1992), levofloxacina y sparfloxacina (1997), trovafloxacina y grepafloxacina (1998), gatifloxacina y moxifloxacina (1999) y la gemifloxacina que está siendo investigada.


   Clasificación.


Estas se dividen en 4 generaciones:

Ø  Quinolonas de primera generación.

Serían las moléculas históricamente más antiguas y que definen los núcleos químicos básicos de estos antimicrobianos. Están representadas por Ácido nalidíxico, Ácido oxolínico, Cinoxacina, Ácido piromídico, Ácido pipemídico y Flumequina, caracterizadas estructuralmente por la ausencia de un radical 6-fluoro, con la excepción de Flumequina, y en particular porque químicamente estas moléculas no exhiben una asociación de 6-fluoro con el grupo piperazina en la posición C7. También estas moléculas se caracterizan  por un reducido espectro de actividad y en términos generales, como agentes quimioterapicos que solo son útiles en las infecciones del tracto urinario. Representan fármacos antibacterianos que demostraban una efectividad relativamente baja, ocupando un lugar de menor relevancia en la quimioterapia antibacteriana.


Ø  Quinolonas de segunda generación.

Estas se caracterizan fundamentalmente por la presencia ya constante del flúor en la posición 6 y de piperazina o metil piperazina en la posición 7 del antibacteriano. Siendo la molécula estándar de esta generación la ciprofloxacina, otros miembros son norfloxacina, enoxacina, pefloxacina, Fleroxacina, lomefloxacina, ofloxacina y Rufloxacina. Estas moléculas son utilizadas para una serie de infecciones graves que incluyen cuadros osteoarticulares, digestivos, de tejidos blandos, de infecciones respiratorias e infecciones de transmisión sexual. Fueron reconocidas como un grupo de agentes antimicrobianos de relevantes propiedades terapéuticas en función de:

  • Poseer un amplio espectro de actividad antibacteriana.
  • Inducir una baja frecuencia de mutaciones espontáneas.
  • Presentar elevada biodisponibilidad oral.
  • Exhibir una buena distribución tisular obteniendo niveles significativos en los fluidos intersticiales.
  • Presentar una adecuada penetración intracelular enmacrófagos                                               y otras células fagocíticas.
  • Alcanzar excelentes concentraciones urinarias.
Este grupo de antimicrobianos dio origen a las quinolonas de segunda generación.

Ø  Quinolonas de tercera generación.

Estas son sparfloxacina, levofloxacina, Tosufloxacina, gatifloxacina, Pazufloxacina y grepafloxacina presentan características microbiológicas, además de presentar una actividad levemente superior sobre bacterias anaerobias que sus congéneres de segunda generación. También presentan una serie de propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas que, comparativamente a las quinolonas previas, constituyen ventajas significativas como agentes antimicrobianos. Entre las propiedades distintivas más relevantes se encuentran:

  • Presentan una disolución rápida en el medio gastrointestinal que se acompaña con una adecuada y rápida absorción en duodeno y yeyuno. La Cmax se obtiene entre 1 y 2 horas. La sparfloxacina es una excepción, absorbiéndose lentamente del tubo digestivo, alcanzando la Cmax en plasma a las 4 horas.
  • Presentan grandes volúmenes de distribución, engeneral, superiores a los agentes de segunda generación.
  • Alcanzan concentraciones elevadas a nivel tisular pulmonar, renal, endometrial, miometrial, de cuello uterino, de ovario, vesicular y en líquido biliar, significativamente superiores a las plasmáticas.
  • Se detectan concentraciones intracelulares muy altas en macrófagos y otras células fagocíticas, varias veces superiores a los niveles plasmáticos.
  • La mayoría presenta vidas medias plasmáticas relativamente elevadas, que permiten el empleo de estos agentes en una sola toma diaria.
  • Presentan un amplio espectro antimicrobiano con marcada actividad frente a bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, incluyendo anaerobios, y agentes patógenos intracelulares. El incremento de la actividad frente a las bacterias Gram-positivas constituye un significativo avance terapéutico de las quinolonas de tercerageneración. Las modificaciones en las estructuras químicas a nivel C-7 y C-5 han determinado estos logros.

Ø  Quinolonas de cuarta generación.

La trovafloxacina, Clinafloxacina, Sitafloxacina, gemifloxacina, y moxifloxacina son de la cuarta generación por su definitiva actividad anti anaerobia, que permitiría utilizarlas en infecciones polimicrobianas como los abdominales y ginecológicas. Aportan unamejora en la actividad frente a grampositivos y además una buena actividad frente a anaerobios



    Estructura química de las quinolonas.

La estructura química está basada en el anillo 4- oxo-l,4-dihidroquinoleína, del que derivan 4 grupos (naftiridina, cinolina, quinoleína y piridopirimidina) según las distintas sustituciones por nitrógeno en los diferentes átomos: posiciones 1 y 8 para la naftiridina, 1 y 2 para las cinolinas, 1 para la quinoleína y 1, 6 y 8 para la piridopirimidina. Las mayores ventajas conseguidas en cuanto a la actividad y el espectro de la molécula se deben a la incorporación de un átomo de flúor en posición 6 y el grupo piperacínico heterocíclico en el 7, que aumentan la actividad antibacteriana y su espectro frente a bacterias grampositivas, Pseudomonas, enterobacterias, etc.


   Actividad antimicrobiana.

Las quinolonas de primera generación son activas frente a microorganismos gramnegativos, con excepción de Pseudomonas spp. Y otros bacilos gramnegativos no fermentadores.

Las quinolonas de segunda generación son fármacos predominantemente activos frente a bacterias gramnegativas. También tienen buena actividad contra algunos gérmenes grampositivos y micobacterias. Ciprofloxacina es la más activa contra Pseudomonas aeruginosa. Sin embargo su actividad frente a Acinetobacter y S. maltophilia es moderada. Estas fluoroquinolonas son activas contra S. aureus, pero tiene escasa actividad frente a S. pneumoniae y otras especies de Streptococcus. Su actividad es escasa contra Enterococcus spp. Tienen baja actividad contra anaerobios.


Las de tercera y cuarta generación mantienen la buena actividad de las de segunda generación frente a gramnegativos y microbacterias, pero presentan mejor actividad frente a grampositivos, anaerobios y patógenos "atípicos".


Las quinolonas más recientes (levofloxacina y moxifloxacina) tienen buena actividad frente a cocos grampositivos, incluyendo cepas de S. pneumoniae resistente a penicilina y S. Aureus meticilinosensible. S. aureus meticilino-resistente es habitualmente resistente.


La actividad contra Mycobacterium tuberculosis y M. avium es variable, siendo los más eficaces: Moxifloxacina, ciprofloxacina y ofloxacina. Ofloxacina y pefloxacina son activos contra M. leprae. 


Los patógenos "atípicos" (Chlamydia spp, Mycoplasma spp. y Legionella spp.) son muy sensibles a las nuevas quinolonas. 


Levofloxacina y en especial moxifloxacina son clínicamente activas contra la mayoría de las especies de anaerobios. 


Ninguna de las quinolonas en uso es activa frente a Treponema spp. Ni Nocardia spp. 
Este amplio espectro de actividad de las fluoroquinolonas permite su uso en una variedad de infecciones de: aparato urinario, piel, partes blandas, hueso, aparato respiratorio. 


Como sucede con los aminoglucósidos la actividad bactericida de las quinolonas se relaciona con el "pico" o concentración máxima alcanzada. 


Todas las fluoroquinolonas tienen un prolongado efecto postantibiótico contra la mayoría de gramnegativos. El efecto post antibiótico se refiere a la inhibición del crecimiento bacteriano, después de una breve exposición a un antibiótico, cuando ya las concentraciones del fármaco no son eficaces. La magnitud del efecto postantibiótico influye en el diseño de los regímenes posológicos.

Relacion entre estructura y actividad, sustituciones, mecanismos.



  Relación entre estructura y actividad.

La relación estructura-actividad de las quinolonas ha motivado la síntesis de compuestos con distintos radicales en la estructura química base. Por ser agentes obtenidos sintéticamente, se ha podido obtener un notable conocimiento sobre la relación entre la estructura básica de las quinolonas, sus sustituyentes y las propiedades microbiológicas que demostraron que moléculas monociclicas como Ro 13-5478 podían exhibir una moderada actividad antimicrobiana sobre vacilos Gram negativos.
Se pretende, por tanto, hacer una revisión de la relación entre las distintas partes de la estructura y su función, especialmente en la actividad antimicrobiana.

Ø  Posición 1: en esta posición el sustituyente mas importante es el grupo clicopropil presente en muchas moléculas entre ellas: ciprofloxacina, sparfloxacina y Clinafloxacina. La quinolona de mayor uso clínico, es la ciprofloxacina que exhibe una potente actividad sobre enterobacterias y Pseudomonas aeruginosa. Este grupo aumenta la actividad in vitro sobre patógenos intracelulares como chlamydia spp. y Legionella pneunophila, como también sobre bacterias anaerobias.

Ø Posición 2: pocas modificaciones se han realizado en esta posición, fundamentalmente por la cercanía a los grupos carboxilo y ceto presente en los carbonos 3 y 4 respectivamente.

Ø  Posición 3 y 4: la presencia de ácido carboxílico en C3 y un grupo ceto en C4 son fundamentales para la actividad de estos compuestos, ya que permiten la unión a las topoisomerasas bacterianas.

Ø  Posición 5: un grupo amino en C5 puede incrementar la absorción, distribución y actividad sobre especies Gram positivas de la quinolona.

Ø  Posición 6: la presencia de un átomo de flúor en la posición 6 resulto en un aumento significativo de la actividad antibacteriana, por tanto todas las quinolonas de uso terapéutico son 6-fluoroquinolonas.

Ø  Posición 7: es una de las más investigadas, en general las quinolonas con grupos lineales o pequeños (H, Cl, CH3, NH2CH2CH2NH2, NHCH3 y NHNH2) poseen una menor potencia antibacteriana. Aquellas quinolonas que tienen anillos heterocíclicos de 5 o 6 miembros tienen una buena actividad biológica.

Ø  Posición 8: la presencia de halógenos aumenta la actividad antianaerobia en particular Cl y F. Así Clinafloxacina, Sitafloxacina, presentan Cl como radical en C8 y destacan como moléculas de potencia y espectros superiores al resto de las quinolonas de última generación.

Debe enfatizarse finalmente que si bien ciertos sustituyentes pueden producir importantes cambios en la actividad biológica y/o química de la quinolona, las características finales de la molécula en estudio derivaran de la interacción entre cada uno de los radicales y el núcleo de estos antimicrobianos.

 Sustituciones en las posiciones en relación a su estructura y su actividad.

Ø  Sustituciones en posición 1: las sustituciones en la valencia libre del nitrógeno de la posición 1 son variables pero esenciales, en la actividad antimicrobiana y en las características farmacocinéticas, y controlan la interferencia con la teofilina.
Posteriormente, la adición de grupos más voluminosos dio lugar a un aumento de la actividad antimicrobiana, tanto frente a grampositivos como a gramnegativos. Un grupo ciclopropilo mejora la actividad frente a los gramnegativos.

Ø  Sustituciones en posición 2: una situación habitual se produce en la posición 2, que está íntimamente ligada al lugar de unión a las topoisomerasas (R3 y R4), por lo que los radicales deben ser de pequeño volumen, ya que la presencia de radicales voluminosos inhibiría el acceso al lugar de fijación.

Ø Sustituciones en posición 3 y 4: las posiciones 3 y 4 deben ser un grupo carboxilo (COOH) y un oxígeno, respectivamente, puesto que son esenciales para el trasporte al interior de la bacteria y para la unión de las topoisomerasas. Es el lugar en que las quinolonas se unen al Calcio, Magnesio, Hierro, entre otros y determinan una disminución en su absorción.

Ø Sustituciones en posición 5: los sustituyentes en R5 posiblemente influyan alternando la configuración estérica de la molécula, afectando a su actividad. De mayor a menor actividad, la presencia de un grupo amino, hidroxilo o metilo incrementa la actividad frente a grampositivos y también frente a Toxoplasma gondii. Por el contrario, la presencia de radicales voluminosos disminuye notablemente la actividad intrínseca de la molécula, posiblemente por interacción con las posiciones 3 y 4.

Ø  Sustituciones en posición 6: puede existir un Nitrógeno que no admite sustitución o un Carbono, que permite la introducción de otro radical, que debe ser pequeño. La presencia de un atojo de flúor unido al carbono de la posición 6 mejora de 5 a 100 veces la actividad intrínseca de la molécula y ha dado lugar a las llamadas fluoroquinolonas.

Ø  Sustituciones en posición 7: las sustituciones en 7 al igual que las realizadas en 1 son variables pero esenciales. Esta posición interactúa directamente con el ADNgirasa o topoisomerasa IV. Está bien establecido que la presencia de grupos heterocíclicos nitrogenados de 5 o 6 átomos se corresponde con una mayor actividad antimicrobiana.

Ø  Sustituciones en posición 8: los posibles radicales en R8 van a influir también en la configuración estérica de la molécula, lo cual puede implicar un cambio en la afinidad de la quinolona por una u otra topoisomerasa, probablemente debido aquel cambio de configuración afecta al acceso del antimicrobiano a la enzima o a los lugares de unión del ADN. Los diferentes sustituyentes en posición 8 van a afectar también a la actividad frente a anaerobios y a la farmacocinética de molécula.

NOTA: en las posiciones 2 y 6 no ocurre.

    Mecanismo de acción de las quinolonas.

Su mecanismo de acción es complejo porque son los únicos agentes antibacterianos que ejercen su actividad bactericida uniéndose a topoisomerasas bacterianas e inhibiéndolas.

Las quinolonas son antibióticos cuyo blanco primario son la ADN girasa en  organismos Gram negativos y la topoisomerasa IV en organismos Gram positivos. En gramnegativos, la topoisomerasa que inhiben principalmente es la ADN-girasa, que tiene una subunidad A y una subunidad B. El grupo antibiótico quinolonas bloquea la actividad de la subunidad A de la ADN girasa bacteriana (topoisomerasa II), tienen una acción bactericida rápida. En la girasa las quinolonas interaccionan con aminoácidos de las alfahélices cercanas a la tirosina del centro activo, que está implicado en la rotura del ADN. En grampositivos la principal diana es la topoisomerasa IV, que tiene dos subunidades, ParC y ParE; en neumococo también se hancomunicado pequeños incrementos de CIM asociados a mutaciones en una diana secundaria. La topoisomerasa IV separa las hebras de ADN tras cada replicación. También tiene una actividad relajante sobre la cadena de ADN.

Ambas enzimas son esenciales para la replicación, transcripción, reparación y almacenamiento del ADN donde la inhibición de estas funciones conduce a una muerte celular.

Las moléculas de quinolona, unidas en complejos tetraméricos se acoplan a las hebras de ADN y a determinados puntos de las subunidades de la girasa y estabilizan el complejo ternario de girasa ADN-fluoroquinolona-ADN, impidiendo su reversión y poniendo en marcha una serie de procesos, incluso hoy todavía desconocidos, que desembocan en la lisis celular.

Otra parte importante de su mecanismo de acción es la formación de un complejo quinolona-enzima-ADN que contiene ADN roto. La unión de una quinolona a la ADN-girasa provoca un cambio conformacional en el complejo girasa-ADN responsable de la inhibición de la enzima14. La topoisomerasa IV formaría complejos similares a los que se forman con la girasa.

También Interrumpe la reproducción bacteriana y la replicación del ácido ribonucleico, se necesita que estén separados los dos cordones de la doble hélice del ADN.

Se cree que el mecanismo de acción de las quinolonas, desde el punto de vista químico, involucra la interacción de las funciones carbonilo, carboxilo  y flúor con residuos de ácido aspártico, serina y lisina de las enzimas arriba citadas y con los residuos de purina, guanina y magnesio presentes en el ADN.

    Mecanismos de resistencia a las quinolonas.

El mecanismo más importante de resistencia es la alteración de su diana, es decir, alteraciones en alguna de las subunidades de la ADN-girasa o de la topoisomerasa IV son los mecanismos más prevalentes. Las mutaciones en gyrA, el gen que codifica la subunidad A de la ADN-girasa, es el mecanismo más común en gramnegativos, mientras que mutaciones en parC, el gen que codifica la subunidad C de la topoisomerasa IV, es el mecanismo más frecuente en grampositivos. Sin embargo, en el caso específico de algunas quinolonas, por  ejemplo: gemifloxacina y sparfloxacina mutaciones en gyrA de grampositivos parecen ser el principal mecanismo de resistencia. En bacterias gramnegativas se han descrito resistenciasde bajo nivel por alteraciones en las porinas que hay en la membrana externa. Pero se ha podido constatar que la sobre expresión de bombas de expulsión activa puede llevar a resistencia a quinolonas tanto en grampositivos como en gramnegativos.

La resistencia a quinolonas ocurre principalmente por cambios en la afinidad de las quinolonas a la subunidad gyrA. Otro mecanismo de resistencia es la disminución de la permeabilidad de la membrana celular por reducción en las porinas de dicha membrana, lo que trae por consecuencia una baja penetración intracelular del antibiótico y un aumento de la concentración mínima inhibitoria.

El número de bacterias resistentes a las quinolonas ha ido aumentando, lo que se relaciona a la presión selectiva de su extenso uso. Esto puede ocurrir durante el tratamiento, especialmente en infecciones por Pseudomonas, lo que es más frecuente si el paciente recibió previamente la droga y los niveles sanguíneos alcanzados no son los adecuados.

Problemas de resistencia, efectos adversos, sustituciones por efectos adversos, farmacocinetica y farmacodinamica.


    Problemas de resistencia a las quinolonas.

El surgimiento y extensión de resistencia a las quinolonas dependerá del patógeno (que sea más o menos sensible de principio), del antibiótico (que sea más o menos activo), del lugar de la infección y la carga bacteriana (a mayor carga bacteriana, mayor probabilidad de surgimiento y posterior selección de mutantes resistentes), de la integridad de los mecanismos de defensa del hospedador y de la dosis usada (adecuada o baja), entre otros factores. En general, cuanta más actividad tiene una quinolona más tarda en aparecer la resistencia clínica. La resistencia se da por pasos, y esto es importante.


    Efectos adversos a las quinolonas.

Las quinolonas son fármacos de seguridad aceptable, especialmente la ciprofloxacina y la levofloxacina,con más de dos décadas de uso a nivel mundial. No obstante, en ese mismo lapso, seis quinolonas fueron retiradas por cuestiones de seguridad, por lo que sus efectos adversos no son banales y deben ser absolutamente tenidos en cuenta.Las quinolonas en general, tienen un perfil de seguridad similar para todos los componentes del grupo. Existen pequeñas diferencias tanto en la incidencia como en el tipo de reacciones de los fármacos. En su mayoría las manifestaciones son leves y retroceden al suspender la droga. 


Los efectos adversos más frecuentes son alteraciones gastrointestinales, seguidos de síntomas neurosiquiátricos y de reacciones cutáneas de hipersensibilidad. 


Al nivel gastrointestinal pueden observarse náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, pérdida del apetito y malestar abdominal. La colitis porClostridium difficile no es común.

Entre las manifestaciones adversas neurológicas más frecuentes se describen mareo, cefalea, insomnio, alucinaciones. Se destacan, por su gravedad, las convulsiones y las reacciones maníacas o psicóticas, especialmente en personas con enfermedades previas del Sistema Nervioso  Central: epilepsia, tumores cerebrales, arterioesclerosis, hipoxemia cerebral o alteraciones metabólicas, por lo que se recomienda evitar estos antibióticos en estos enfermos. El riesgo de convulsiones aumenta con la administración concomitante de algunos fármacos como: antiinflamatorios, teofilina o foscarnet.



Las quinolonas pueden alterar el tiempo de reacción y el sentido de alerta, por lo que es importante advertírselo a los pacientes que conducen vehículos o manejan maquinarias peligrosas.

Durante el tratamiento con quinolonas pueden observarse reacciones cutáneas de hipersensibilidad, como rash y prurito. En general son leves o moderadas y ceden al suspender el tratamiento. Se han descrito formas más graves, pero con una baja incidencia. La hipersensibilidad es cruzada entre las diferentes quinolonas. Fueron descritas reacciones de fotosensibilidad con sparfloxacina, lomefloxacina y enoxacina, por lo que debe evitarse la exposición al sol hasta 5 días después de discontinuada la droga.

Por su acción sobre los cartílagos de conjunción están contraindicadas en niños y embarazadas, salvo raras excepciones.

Se han retirado del mercado algunas quinolonas y otras ni siquiera han llegado a causa de problemas de fototoxicidad (Clinafloxacina), toxicidad hepática (Trovafloxacina) o cardíaca (grepafloxacina).


 Sustituciones debido a las modificaciones en las diferentes posiciones por efectos adversos.

Las alteraciones digestivas artropatía no parecen tener relación con las modificaciones químicas de las distintas moléculas. Sin embargo, la cristaluria, las alteraciones neurológicas y la fototoxicidad si están muy relacionadas con estas modificaciones.

Ø  Sustituciones en posición 1: los radicales unidos al nitrógeno de la posición 1 van a influir en la interacción con las xantinas y en la genotoxicidad de las quinolonas. La presencia de radicales pequeños y lineales (ciclopropilo o etilo) aumenta la interacción con las xantinas, pero si el sustituyente es un fluoroetilo o un 2,4-fluorofenilo disminuye el grado de interacción de un 10% a 25% en comparación con el ciclopropilo.

Ø  Sustituciones en las posiciones 3 y 4: aquellos fármacos o compuestos que contengan algunos cationes, como Ca+2, Mg+2 Fe+2, tienden a disminuir su absorción oral, pudiendo conducir a fracasos en el tratamiento.

Ø  Sustituciones en la posición 5: los diferentes radicales en C5 van a afectar en la inducción de fototoxicidad y genotoxicidad. La presencia de un grupo metilo aumenta la fototoxicidad. ej: Grepafloxacina.

Ø  Sustituciones en la posición 7: todos estos efectos: cefaleas, alteraciones del ritmo del sueño, alteraciones del humor, vértigo  e incluso convulsiones, se han relacionado con la unión de las fluoroquinolonas, especialmente por el radical C7, a los receptores gabergicos cerebrales, bloqueando así la unión del GABA.

Ø  Sustituciones en posición 8: los cambios en X8 están relacionados con la genotoxicidad, con la interacción con los antiinflamatorios no esteroideos y con las xantinas en menor medida que los cambios en C7, y fundamentalmente con la fototoxicidad. La mayor fototoxicidad se ha demostrado en la quinolonas que tienen un grupo halogenado en C8.


    Farmacocinética.

Las quinolonas se absorben bien tras administración oral,se distribuyen de manera amplia en los diversos tejidos corporales siendo su biodisponibilidad de buena a excelente, en casi todos los casos superior al 50% y en algunos cercana al 100%.Después de ingerir los fármacos, los alimentos no aminoran la absorción, pero pueden prolongar el lapso que media hasta que se alcanzan las concentraciones máximas. La dosis depende de la quinolona administrada.En las de administración oral e intravenosa, los niveles en suero tras administración oral son parecidos a los que se alcanzan tras administración intravenosa, lo que tiene como ventaja la posibilidad de uso en terapia secuencial.


Las concentraciones máximas en suero son bajas en el caso del ácido nalidíxico, ácido pipemídico y norfloxacina, y de 2-7 mg/l para las de tercera y cuarta generación. Alcanzan concentraciones elevadas en tejidos y a nivel intracelular, atraviesan barreras, sobre todo si están inflamadas (meninges, placenta, próstata) y penetran bien en el interior de las células, sobre todo en los macrófagos y polimorfonucleares, por lo que son antibióticos adecuados para tratar infecciones producidas por gérmenes intracelulares. Las concentraciones en orina, tejido renal, prostático, materia fecal, bilis, pulmón, macrófagos y neutrófilos suelen superar las concentraciones séricas. Por lo general las concentraciones de las quinolonas en saliva, líquido prostático, hueso y líquido céfalo raquídeo son más bajas que en el suero. Se ha observado penetración de pefloxacina (72% de la concentración sérica) y de ofloxacina (120%) en el líquido de ascitis.

La unión a proteínas plasmáticas es baja, en general entré el 20 y el 40%, y se unen principalmente a albúmina. La vida media plasmática varía de 1,5 a 17 horas.

Varias se eliminan mayoritariamente por vía renal (ácido pipemídico, ofloxacina, levofloxacina), otras por vías no renales (moxifloxacina) y otras por ambas vías (norfloxacina, ciprofloxacina).

Ø  Características.


Las quinolonas de primera generación presentan una buena absorción oral, pero los niveles plasmáticos alcanzados son insuficientes para el tratamiento de infecciones sistémicas; como se concentran en el riñón y la orina han resultado útiles para el tratamiento de infecciones del tracto urinario.

Las fluoroquinolonas también se absorben bien por vía oral, presentan baja unión a las proteínas plasmáticas y alcanzan concentraciones superiores a las plasmáticas en bronquios, riñón, pulmón estómago y líquido sinovial, siendo sólo inferiores en el líquido cefalorraquídeo, el tejido adiposo y el ojo. Las fluoroquinolonas atraviesan la placenta y se concentran en el líquido amniótico. Se excretan por la leche, por lo que su administración debe evitarse en la lactancia. La pefloxacina, ciprofloxacina, enoxacina,  lomefloxacina y norfloxacina  se metabolizan en el hígado, por el sistema citocromo P-450. Tanto los metabolitos como la droga sin modificar pueden excretarse a través de la orina y  la bilis, sufrir circulación entero hepática o encontrarse en las heces. Por su parte la oxoflacina y la sparfloxacina son eliminadas sin modificar por la orina.

Ø  Interacciones.

Las quinolonas muestran marcada reducción de la biodisponibilidad cuando se las coadministra por vía oral con antiácidos que contienen aluminio, magnesio o calcio, con sales de hierro o zinc, presumiblemente debido a la formación de complejos catión-quinolona que se absorben escasamente. El sucralfato, que contiene grandes cantidades de iones aluminio, reduce de manera similar la absorción de las quinolonas. Si bien al distanciar la toma de antiácidos y quinolonas, puede reducir esa interacción, esta conducta pueda ser no totalmente segura en algún paciente individual. En pacientes que toman quinolonas y que necesitan disminuir su acidez gástrica, se prefiere usar los antagonistas de receptores de histamina (cimetidina y ranitidina) que sólo pueden retrasar la absorción.


Algunas quinolonas pueden interferir en la eliminación de las metilxantinas (teofilina y cafeína), aunque en distinto grado. Se debe monitorizar los niveles séricos de teofilina en los pacientes medicados con quinolonas y teofilina y considerar reducir las dosis de teofilina.


Los antiinflamatorios no esteroideos pueden incidir en los efectos estimulantes de las quinolonas sobre el SNC. Se comunicaron convulsiones en enfermos que recibían enoxacina y fenbufen.


Con algunas quinolonas se ha observado un aumento del efecto anticoagulante de la warfarina, por lo que se recomiendan controles frecuentes con INR.


    Farmacodinamia.

Las quinolonas tienen una actividad que depende de la concentración. En los antibióticos cuya actividad depende de la concentración se consideran parámetros importantes para predecir la respuesta antimicrobiana, y en último caso el éxito clínico, el cociente de la concentración máxima en suero (Cmáx) y de la concentración inhibitoria mínima (CIM). Este cociente Cmáx/CIM debe ser superior a 10 para obtenerse la máxima eficacia clínica y la menor selección de resistencia. Otro parámetro farmacodinámico usado es el cociente del área bajo la curva concentración sérica-tiempo y la CIM (AUC/CIM), que debe ser mayor de 1257, aunque para neumococo se han propuesto valores mayores de 308.

Características químicas, actividad in vitro, espectro de actividad, otras.


   Características químicas de las quinolonas que influyen sobre su comportamiento en sistemas biológicos.

Ø   Efecto quelante: las quinolonas poseen una función carboxilato que por sí misma posee la capacidad de formar sales con iones metálicos. La presencia de un carbonilo en la posición C3 adyacente al carboxilato hace un efecto quelante en virtud de su carácter extractor de densidad electrónica, lo cual se combina para formar fuertes quelatos metálicos. Los quelatos metálicos con los iones de metales de valencia superior como, por ejemplo, aluminio (III), magnesio (II), calcio (II), hierro (II y III) y cobre (II), usualmente conlleva a la formación de complejos metálicos insolubles en agua que pueden interferir con los niveles óptimos de concentración en sangre de la quinolona.

                            Efecto quelante de las quinolonas.



El problema de la quelatización puede ser evitado administrando conjuntamente un medio ácido para así prevenir la formación del carboxilato al favorecer la formación de la forma ácido carboxílico de la función carboxilato.

Ø    Carácter ácido-base: aunque la primera generación de quinolonas contiene un número alto de ejemplos de moléculas enteramente ácidas y de carácter hidrofóbico, el grueso de las quinolonas de importancia clínica usadas en la actualidad poseen un carácter anfotérico que muestran una marcada hidrofilicidad. De esta manera, las nuevas quinolonas poseen mínima solubilidad en disoluciones con pH cercanos o parecidos a los pH neutrales existentes en los tejidos celulares. Estas quinolonas son sales mucho más solubles en los extremos del espectro de acidez.



Ø     Carácter anfotérico : puede notarse y deducirse que, en un medio alcalino, la quinolona tiene una carga negativa que favorece su solubilidad en agua; a medida que se modifica el pH del medio hacia valores más ácidos, se alcanza el punto isoeléctrico de la molécula con dos especies cargadas en equilibrio.
Ya que es deseable suministrar las quinolonas por medio de inyecciones, es común preparar disoluciones ácidas del antibiótico y suministradas vía infusión, para que su integración al torrente sanguíneo sea lenta y evitar, así, un dolor o constricción de canales sanguíneos debido a la posible precipitación de la quinolona.


    Actividad in vitro.

El espectro de la actividad in vitro de las quinolonas ha evolucionado considerablemente desde la aparición del primer miembro de dicho grupo, el ácido nalidíxico, que posee una gama esencialmente limitada de actividad contra algunas especies gramnegativas.En general, las quinolonas son muy eficaces in vitro contra muchas enterobacterias y bacilos gramnegativos, tales como Neisseria gonorrheae, meningitis y Moraxella,  también son activas contra la Pseudomona aeruginosa, si bien pueden ser menos activas contra otras especies de Pseudomonas.

Se ha demostrado que algunos de estos compuestos (norfloxacina, enoxacina) son muy activos contra el Staphylococcus aureus y otras cepas de Staphylococcus, también en algunas especies de Streptococcus y Enterococcus. Barry y col,demostraron que la levofloxacina es 2 veces más activa que la ofloxacina contra algunas cepas de Streptococcus pneumoniae, otras de Staphylococcus aureus meticillín resistente, cepas de N. Gonorrhoeae penicillum resistente y algunas variedades de H. influenzae.



    Espectro de actividad.

Las fluoroquinolonas son claramente más activas frentea bacterias gramnegativas que las primeras quinolonas como el ácido nalidíxico o el ácido pipemídico. Además, presentan actividad frente a P. aeruginosa y frente a bacterias grampositivas, aunque en diferentes grados. Frente a gramnegativos, el más potente en general es ciprofloxacina. Levofloxacina y sobre todo moxifloxacina tienen claramente aumentada su actividad frente a grampositivos. Moxifloxacina es además activo frente a anaerobios, algo frente a los que otras quinolonas tenían limitada actividad.

Frente a neumococo el más activo es moxifloxacina. Existen fluoroquinolonas activas frente a algunas microbacterias, entre las que se incluye Mycobacteriumtuberculosis. Las quinolonas no son activas frente a Treponemapallidum.


   Otras quinolonas.

En un intento de buscar moléculas con mayor actividad biológica, se descubrieron las 2-piridonas, moléculas que presentan una estructura general similar al núcleo de las quinolonas, pero en que el nitrógeno de la posición 1 ha sido desplazado  y se encuentra ubicado entre los C4 y C5. Este grupo de moléculas son bioisósteros de las quinolonas, de la naftiridina y benzoxacinas.

Las 2-piridonas muestran mayor afinidad por topoisomerasas tipo II, ADN girasa y topoisomerasas IV que las quinolonas, aunque, al igual que estas la afinidad es mayor por la ADN girasa en gramnegativos y por la topoisomerasa IV en grampositivos. También se caracterizan por inhibir las topoisomerasa bacterianas y mantienen muchas de las características químicas de las quinolonas.

El cambio en el nitrógeno de la posición 1 reenumera el doble anillo heterocíclico, de tal manera que la posición 5 pasa a 6, la 6 a 7, la 7 a 8 y la 8 a 9. Dentro de este grupo el más investigado es ABT-719, destaca por el amplio espectro de actividad y potencia sobre Gram positivos.